Viaje a Rusia

2009; llevaba ya tres meses de intercambio viviendo en la gran ciudad de Shangai, China. Estaba dispuesto a quedarme nueve meses mas para completar un año de estudio del idioma chino; todo esto patrocinado e impulsado efusivamente por mi padre. Yo no quería quedarme tanto tiempo para así poder llegar antes y poder aplicar a la tan inexplicablemente afamada escuela de arte “la Esmeralda”, ”La mejor escuela de arte en México”como la llaman algunas personas que yo creo viven en el pasado o se quedaron con la antigua reputación que alguna vez llegó a respaldar a dicha institución. En fin, ahí estaba, queriendo quedarme y al mismo tiempo queriendo regresar. Un mal día mi mama y mis hermanos me comunicaron por medio del Skype que mi padre estaba internado en el hospital debido a la aparición de un glioblastoma multiforme en el lado izquierdo de su cerebro. Este Glioblastoma Multiforme es mejor conocido como un tumor o un cáncer y pues bueno lamentablemente ubicado en un lugar muy particular. Dada la situación tan grave y al mismo tiempo enigmática, se tomo la decisión de agilizar mi regreso lo más pronto posible para poder estar todos juntos.

A mi regreso todo parecía normal. El diagnostico de los doctores determinó que con varias sesiones de radioterapia y quimioterapia el tumor quedaría encapsulado y mi padre podría continuar con su vida como si nada hubiera pasado… la vida continuo, yo estaba muy emocionado de estar con mi familia viviendo día a día la lucha porr la rehabilitación de mi jefe y también muy emocionado de que contaba con una oportunidad de aplicar a la Escuela Nacional de Pintura Escultura y Grabado “la Esmeralda”. Después de un tedioso proceso de admisión quedé. La vida parecía trabajar a mi favor, estaba ya inscrito al lado de mi mejor camarada en la mejor escuela de arte dispuesto a mostrar todas mis capacidades artísticas.

Creo que “la Esmeralda” pudiera estar dentro de un ranking mundial ocupando alguno de los primeros cinco lugares, lamentablemente por opinión personal creo que la escuela esta en las manos equivocadas; habiendo tanto potencial e instalaciones que explotar me parece triste que se haga lo contrario. En fin, como todo el alumnado encontré maestros de los cuales podía aprender mucho como en el caso de la escultura bajo la tutela del maestro Pablo Ruiz Lombardo y otros con los cuales mantenía una relación similar a la que se vive durante la secundaria y preparatoria donde solo se busca “pasar” la materia. Yo quiero aprender.

En este querer aprender esta el viajar; viajar es aprender y vaya de que manera. Un amigo mío, estudiante de la carrera de Relaciones Internacionales, alumno del Colegio de México, tomo la decisión de irse a Rusia a estudiar el idioma Ruso por más de año y medio. El se iría en diciembre de 2009. En reuniones previas a su partida se platicaba de la posibilidad de poder tomar ventaja del tener a un conocido en dicho país y usarlo como pretexto para poder visitarlo, afortunadamente yo acababa de vender un cuadro a muy buen precio y contaba con el dinero para poder financiarme un viaje a tan interesantísimo país, tomando en cuenta que el hospedaje sería gratis, gracias al tener a un camarada con quien quedarme, no falto mucho para que se concretara la compra de un pasaje de avión. Le comente la idea a mi padre, a la cual reaccionó con mucha emoción, ya que para él siempre fue una preocupación y una gran satisfacción que viajáramos por el mundo y mas respetando la idea de que su hijo cubriría todos los gastos gracias a los frutos de su tan cuestionado “trabajo” (pintar). Se fijo la fecha para el veintiuno de marzo de 2010. Sabiendo que se puede dar de baja hasta un año en la escuela se considero prudente “quemar” un semestre para peder llevar a cabo dicha aventura.

Después de unos cuantos meses de progreso en la rehabilitación de mi papa, la línea estadística que subía marcando su progreso decidiría avanzar horizontalmente en la línea de estabilidad para luego dar comienzo a un descenso cuyo fin era inminente. Un continuo deterioro en la salud de mi padre hizo que mi interés en la escuela disminuyera, enfocando toda mí energía en mi familia. Decidí dejar de asistir a las clases que “menos” me interesaban o que consideraba un tanto mediocres para poder pasar más tiempo con mi familia. Se vivía dentro de una atmósfera de incertidumbre y de mucha tensión.

Celebrando la llegada del 2010 en un destino playero mexicano la salud y comportamiento de mi padre nos hizo cuestionarnos la llamada “estabilidad” que habían mencionado los múltiples doctores que lo trataban. Del aeropuerto fuimos directo al hospital debido a la condición en la que se encontraba mi padre, donde después de un par de días de estudios y observación, el nuevo diagnostico era “terminal”. El tumor había crecido exponencialmente y las opciones eran limitadas. Una era una posible extirpación del tumor con consecuencias desconocidas donde la mas probable seria vivir conectado a maquinas que cumplirían sus funciones vitales; otra, exponerlo a sesiones de radio y quimioterapia en mayor numero y mas agresivas que las pasadas las cuales lo debilitarían aun mas, o simplemente dejar que la vida fuera la vida. Tras una elección familiar, se opto por vivir, los mismos doctores que habían garantizado la continuidad de mi padre cambiaron su diagnostico a tan solo tres meses de vida. Se suele decir “gracias a Dios”cuando cosas buenas pasan y pues gracias a Dios mi Padre trabajo tanto en su vida que se nos permitió tanto a él como a nosotros, podernos dar el lujo de ponerle “pausa” a nuestras vidas y poder vivir juntos los últimos tres meses de vida de mi Padre. Se rento una casa en Tepoztlan, Morelos de dimensiones considerables donde nos mudamos temporalmente a disfrutar de la vida y a dedicarnos a un cuidado intensivo de la salud de mi padre. Cabe mencionar que nunca nos rendimos, siempre hubo esperanza, se probó de todo, dietas naturistas, veneno de alacrán cubano, medicina alternativa y hasta curanderos locales; Me reservo la opinión a determinar si funcionaron o no.

El nuevo viaje a Rusia estaba programado en lo que era el “catastrophic month”; la salud de mi padre no parecía presentar mejoría por lo que le se tomo la decisión de posponer el viaje. Viviendo en la incertidumbre; después de una molesta plática con la línea aérea se logro pasar el viaje para el mes de septiembre, una nueva fecha que se veía muy lejos y en esos momentos solo se pensó en una solución inmediata, sin pensar en las futuras consecuencias. Esos últimos meses con mi padre y toda mi familia fueron mágicos, y quedarán guardados en mi memoria con infinito cariño.

Lamentablemente mi padre fallece el catorce de marzo del año en curso a sus cincuenta y siete años de edad, cayendo con exactitud en el diagnostico de “los mentirosos”. Ha sido difícil lidiar con su muerte pero bueno como él diría: “such is life” simplemente se nos adelantó un poco. La muerte es algo con lo que inevitablemente todo ser humano tarde o temprano nos vamos a enfrentar.

Después de un semestre de baja de la escuela, regrese para cubrir las dos materias a las que deje de asistir; Teoría y Fotografía, sin ninguna intención de querer reprobarlas una vez mas, el problema ahora es que, lo que parecía una fecha muy lejana hace seis meses, ahora esta a tan solo doce días. En doce días me subiré a un avión con destino a San Petersburgo, Rusia a cumplir mi cita con mi gran camarada Alessandro Triacca. Es un viaje de tres semanas donde visitare principalmente San Petersburgo, que es donde vive Alessandro y haremos un obligado viaje a Moscú como mínimo.

Seria absurdo en este momento hacer una lista de los tan impresionantes lugares que se están por visitar; de hecho, esa será mi tarea. A través de este blog compartiré textos y fotografías como registro de dicha aventura. El realizar este viaje ocasionará que falte a cinco clases de fotografía. Desconozco el número de faltas necesarias para cumplir con el 80% de asistencia pero estoy comprometido a solo ocupar estas faltas y no fallar a ninguna otra clase. Quedo también en manos de la decisión del maestro de considerar los próximos escritos como tareas donde le pueda demostrar algo de aprendizaje. Estoy decidido y comprometido de que a mi regreso deberé ponerme al corriente sobre los conocimientos de fotografía impartidos durante mi ausencia. Estoy seguro que al ya contar con mi cámara necesaria para el curso y una cámara digital sencilla, registraré de manera visual y escrita toda esta experiencia y llevaré ambas cámaras al limite, conociéndolas y experimentando todo lo posible con ellas.