Respect
Quisiera aprovechar para agradecer a mi cuate Alessandro por todo en lo que me apoyado y ayudado para realizar este viaje, su dominio del idioma Ruso es sorprendente, o al menos eso creo yo. Él habla y habla con los Rusos (svinitie; rashu rashu rashu…) como si fuera uno más, y de solo observar, se puede decir que le entienden muy bien. Le agradezco tanto porque de verdad que en este país se necesita de un traductor a la de a huevo, solo no se puede. Creo yo que hasta el backpackero mas profesional y entrenado del mundo tendría varios encuentros con las lagrimas, debido a los niveles de frustración e impotencia que se podrían alcanzar “tratando” de viajar por este país; pero bueno, yo tengo al Aless, que además de dominar el ruso me inunda con datos e información sobre el país y siempre responde a mis dudas históricas (fechas, acontecimientos, etc…) y con el cual, acabo de darme un roll por la MAGNIFICA ciudad de Moscú…
Viaje a Moscú
Una vez mas gracias al Aless pudimos comprar un par de boletos en tren con destino a Moscú, les repito que de no saber nada de ruso seria imposible (bueno, posible a través de una agencia de viajes) pero pa encontrarla… y además el viajero roto necesita siempre encontrar la opción mas económica y el pagar a una agencia de viajes es algo que no se puede costear. Por la módica cantidad de 1000 py6 (rublos) (450 pesos mexicanos) adquirimos un pasaje ida y vuelta a Moscú, si, ida y vuelta, y por la módica cantidad de 1100 py6 reservamos dos noches de hostal, así que se puede decir que por menos de 1000 pesos mexicanos por pioush, planeamos un viaje que ahora descansara con mucho cariño en mi memoria.
Nuestro tren salió a las 10:00 pm del día viernes 24 de septiembre de 2010, es un viaje con una duración de siete horas y media, por lo que llegaríamos a Moscú a la 5:30 de la mañana, pudiendo así aprovechar todo el sábado y además nos ahorraríamos una noche de hospedaje durmiendo en el tren. El tren estaba viejito, soviet al máximo, y contaba con muchas camas y asientos y mesas que de manera muy creativa se convierten también en camas, todos tendríamos la opción de dormir, nada de que el roto viaja sentado, todos pagamos lo mismo y recibimos lo mismo. Siendo un tren que yo creo fue construido en épocas de Lenin o probablemente Stalin (chaparritos los dos) las camas, tienen una longitud de 160 cm, y ya podrán imaginarse lo chistoso que se ve una persona como yo que mide mas de 190 cm. tratando de encajar. Estábamos conscientes de que el dormir en el tren iba a ser un poco difícil e incómodo, por lo que nos pareció prudente comprar unas cuantas cervezas y una ánfora de vodka para irnos a dormir ya bien piedras… no se sorprendan de nada, llevamos tomando todos los días desde que llegué aquí; así que para nosotros y un sinfín de rusos alcohólicos que viajaron con nosotros, era algo totalmente normal si no es que hasta necesario.
Ya vienen las fotos agárrense.
Como podrán imaginarse llegamos destruidos a Moscú, era de madrugada y todavía estaba oscuro. A la salida de la estación fuimos recibidos por una de la siete “hermanas” de Stalin, estos son siete edificios distribuidos por Moscú que fueron mandadas a construir por este hijo de la tizanda, en su tiempo todas eran edificios gubernamentales y su construcción es muy similar y tenebrosísima; se parecen a la “Twilight Zone Tower o Terror” en los estudios Universal. Para complementar la atmosfera de terror, entrando al metro vimos un “dead man walking”, un señor de edad avanzada que sangraba a borbotones de su cráneo, como si Manny Ramírez hubiera conectado un “home run” con un hacha en la parte de atrás de su cabeza. Imágenes dignas de Resident Evil. En algún momento pensamos en quedarnos para ver en que momento colapsaría o para tomarle unas fotografías; mejor seguimos caminando. Llegamos al hostal muy temprano, así que sólo dejamos nuestras cosas en la recepción ya que el “check-in” era hasta las doce. Después partimos hacia la Plaza Roja. Eran la 6:30 am, el sol comenzaba a salir por el horizonte, dando indicios de que nos ofrecería un día sin nube alguna y que también nos ofrecía ya, una temperatura mucho más cálida que la helada San Petersburgo.
Ahora si, ahí vienen las fotos…
Algo sorprendente, sin duda alguna de los lugares más impresionantes en los que he estado, y no precisamente por su monumentalidad (la plancha del zócalo es del doble de tamaño) sino por su colorido atractivo y única personalidad. Es algo padrísimo ir caminando por esta avenida y de repente ver como a la izquierda aparece San Basilio, esta típica catedral rusa con sus cúpulas de colores y ladrillos rojos, pareciera una construcción digna del rey de chocolate, paredes de caramelo y cúpulas de merengue y muchos dulces más. A la derecha, el Kremlin, que hoy es sede de la Presidencia de la Federación de Rusia y a su derecha, el museo estatal de historia, otra construcción impresionante de ladrillos rojos y cúpulas blancas, todo esto también acompañado por lo quizás sea lo más importante e interesante de toda la plaza roja, el mausoleo de Lenin.
La foto aéra no podía faltar
No mames… Lenin!
Era el objetivo #1 de nuestro viaje a Moscú, ir a ver en persona a tan simpático individuo. Era muy temprano todavía, Lenin no trabaja hasta las 10:00 am y descansa los lunes. Nuestro objetivo era ir en ayunas a ver a semejante deidad, pero dada la forma de tomar de la noche anterior nos vimos obligados a reponer energías y también a hacer tiempo en lo que abría el mausoleo. Ojalá que no se haya enojado con nosotros, se le pidió una disculpa después ,pero al momento la opción más económica y sustanciosa para reponer energías antes de visitar a Lenin, fue McDonalds. Después de un par de McMuffins y un par de McCafes teníamos ya energía suficiente para el resto del día. Muy energéticos fuimos a pegar unos saltos frente al mausoleo, Lenin nos lo agradeció. Después nos formamos en fila a las 9:00 am para ser los primeros en visitarlo una hora después.
Una seguridad infranqueable, detectores de metales y cateos es por lo que hay que pasar antes de visitar a nuestro cuate. A la puerta del mausoleo, el visitante es recibido por un uniformado que de después de una mirada, accede a dejarte pasar indicando con un movimiento de codo de noventa grados hacia donde hay que ir, cabe mencionar que la ambientación es tenebrosísima, esa primer entrada es parecida a la de la casa del terror del desaparecido Reino Aventura. Viene un segundo guardia, que pudiera ser el mismo moviéndose tras pasadizos para volver a indicar el camino, esta vez giramos a la derecha y bajamos una escaleras, temerosos, cada vez acercándonos más. El olor a formol o a sustancias químicas se incrementa mientras se avanza. Una vez el mismo guardia (de verdad estaban idénticos) nos indica un tercer movimiento hacia la derecha, no mames!... Lenin!
Siendo los primeros en visitarlo, gozamos de unos buenos cuarenta y cinco segundos caminando extremadamente despacio haciendo el tradicional saludo kaiman (saludo que reconoce al “chingon” y lo sorprendente) llevando el puño al pecho diciendo “respect” . Salimos como hombres de paz comentando lo que acabamos de vivir. No se qué pensar al respecto, creo que ya lo deberían dejar descansar puesto que murió hace 86 años y continúan exhibiendo su cuerpo.
A la salida del mausoleo, Moscú nos esperaba con un clima fantástico para seguir con la visita y con muchas ganas de pegarle a los museos de arte que estábamos por visitar.
EL día se presto para cambiar de película en blanco y negro a color, y seguir experimentando con mi cámara réflex.
The StateTretyakov gallery- The national museum of Russian fine arts
Ahora sí que a esto vine a Rusia, siendo yo un pintor empedernido no hay nada que disfrute más que ir a museos a ver pinturas de los gigantes del arte y siendo Rusia el país en el que ahora me encuentro, sabia que estaba por ver cosas de las cuales no tenia conocimiento alguno y que me sorprenderían de igual manera. La Tetryakov Gallery es un museo fantástico, que alberga una gran cantidad de obras de arte de artistas rusos únicamente. Les digo que yo no conocía nada y quede boquiabierto. Cuadros como “The Appearance of Christ to the People” de Alexander Ivanov se encuentran en este museo, así como también muchos cuadros de los demonios de Vrubel. Una vez más Alessandro no dejaría de sorprenderme, ya que como parte del estudio del ruso, el Aless llevó también una clase de historia de arte Ruso; por lo que una vez más me inundo de datos certeros, interesantes y sorprendentes sobre los artistas que se encontraban en este museo. Mejor que cualquier guía (humano) o audioguía disponible, un verdadero almanaque.
The Appearance of Christ to the People de Alexander Ivanov
Dentro de la pequeña colección de libros que tengo en mi taller, que crece poco a poco, tengo un libro titulado “1001 pinturas que ver antes de morir” y ahora tengo muchas ganas de regresar y “palomear” las pinturas que ya he visto, me emociona por que creo ya llevo varias, entonces a ver si ese libro no se convierte en una especie de reto que de verdad se pueda llevar a cabo.
Un dato chistoso
Durante mi estancia en Rusia se me ha comentado ya varias veces que tengo un parecido con mi tocayo el poeta Ruso Alexander Pushkin, yo creo son las patillas. De verdad mucha gente me voltea a ver tratando de descifrar mi parecido, como si me hubieran visto con anterioridad. Aless, que ya entiende ruso muy bien, me ha comentado que ha escuchado a las personas en los museos decir: - no mames, ese guey se parece a Pushkin- jajaja haber ustedes que opinan.
Después de la extenuante visita al museo de dimensiones considerables, continuamos surcando las calles de la preciosa Moscú. Serian como las 4:30 de la tarde. Tomando en cuenta la pesadez del viaje de venida, habíamos considerado prudente tomar una siesta antes de salir de peda en la noche; al fin y al cabo teníamos dos días completos por delante para seguir conociendo la bella ciudad antes mencionada. Caminando de regreso al hostal, consideramos prudente comprarnos unas latas de a litro de lo que es ya nuestra chela favorita; Baltika 7 ahh… qué delicia. Ya pa esas horas, sin tener nada en la panza, algunos sabrán que es fácil empedarse inclusive con una chela de 300 ml. Ahora imaginen tomar un litro. Si: piedras. Nos encontrábamos una vez más en estado piedra, y así caminamos de regreso al hostal disfrutando del bello paisaje, listos para nuestra siesta, no sin antes solventar la peda con una deliciosa Big McTasty, qué buena hamburguesa.
Nos despertamos como a las 8:00 pm listos para disfrutar de la vida nocturna de Moscú, planeamos comprar unas Baltikas en la calle para llegar ya flameados y no gastar tanto dinero dentro del antro, consideramos prudente antes de realizar aquella movida, pegarle una visita a nuestro aliado el McDo. Unas sencillas “cheeseburgers” fueron la elección para absorber parte del alcohol que estábamos por consumir. Seguimos el plan al pie de la letra y ya medio flamas recorrimos la calle de los antros y bares para ver a cuál nos dejaban entrar. Misteriosamente no nos dejaban entrar a ningún antro y a ningún lado, pudiera ser que nuestra condición de teporochos era bastante notoria por lo que a Alessandro se le ocurrió un plan. –Vamos a actuar como gringos guey, voy a hablar un inglés impecable para que nos dejen entrar-. El hablar un Ruso impecable claramente estaba jugando en nuestra contra. Nuestra victima seria el Propaganda bar. –Hi, yes, two, thank you-, fue suficiente para que cayeran en nuestro mezquino plan. Pensar que no íbamos a gastar tanto dinero era realmente una broma ya que acabamos desembolsando una milpa (así le decimos al billete de 1000 rublos) cada quien en múltiples cervezas y shots de vodka. Era un antro de música electrónica y me duele decirlo, porque me caga ese tipo de música, pero sí acabamos echando el trance en la pista de baile. El estado inerte mencionado con anterioridad había tomado ya el control de nuestras acciones. Piedrisimas. Alessandro desapareció con una muchachita que conoció aquella noche y yo me regresé al hostal a dormir, ya que no había nadie interesado en cotorrear con semejante teporocho. Nos despertamos por ahí de las 11:30 am nos bañamos y salimos a desayunar unas “doublé McCheeseburgers”; Una vez mas con energía suficiente para visitar tres museos de arte que estaban planeados para ese día.
Qué mejor que empezar el día visitando nuevamente la plaza roja (centro de la ciudad)
Museo Alexander Pushkin de Bellas Artes
Plaster!, plaster! (como Master of Puppets de Metallica) Museo espantoso. No había nada, bueno si, estaba lleno de replicas de yeso de esculturas famosísimas todas amontonadas una junto a la otra. El David de Miguel Angel, de yeso; La Piedad, de yeso, La victoria de Samotracia, de yeso, El Discobolo, de yeso. Plaster! Plaster!... Pudiera ser interesante para muchas personas, pero afortunadamente Alessandro y yo, hemos visto ya todas esas esculturas originales en viajes realizados con anterioridad a Europa. Salimos un tanto enojados y tristes y también destruidos debido a la noche anterior. Traíamos una sed de camellos. La guía de turismo debería mencionar algo al respecto, ya que habla del museo como una de las principales atracciones de Moscú. Caminando hacia el próximo museo nos dimos cuenta de hay dos museos Pushkin, esta el Plaster Disaster y está otro edificio a lado que contiene una gran cantidad de pinturas de artistas rusos así como una gran colección de pinturas de artistas occidentales. Éste sí, un gran museo. Una colección que incluía los ya clásicos impresionistas, que siempre es emocionante ver y apreciar. Degas, Lautrec, Van Gogh, mi nuevo amigo Matisse, Picasso y otros ya más contemporáneos como Leger, Hans-Arp, de Chirico, Kandinsky y hasta dos cuadros de Diego Rivera. Fue una grata sorpresa y más después de lo decepcionados que habíamos salido del 1er Pushkin, Plaster! Plaster!...
Faltaba algo, los contemporáneos Rusos, qué chingados estarían haciendo los Rusos que parecen estar dementes, estábamos por descubrirlo en el ultimo museo por visitar ese día, la Tretryakov Gallery 20th century art. Pfff! Wow!
Estaba un poco retirada pero fue una gran caminata. Camino al museo pasamos por la Iglesia de Cristo Salvador y echamos desmadre en el parque de las esculturas previo al Tretryakov. Unas “bálticas” nos acompañaron en el camino.
Con mi tocayo otra vez...
Tretyakov siglo XX
This is what I´m talking about, the real shit.
Un museo gigantesco, y sin duda una de los mejores que he visto en mi vida. Así como disfrute del barrio de arte contemporáneo en Shanghai , China, puedo decir que estos individuos también carecen de varios tornillos. Cosas increíbles, el museo abarca pinturas desde 1900 hasta el año 2006, distribuidas en salas consecutivas acomodadas década por década, muy ordenado y muy disfrutable, pudiendo observar claramente como a cada decena de años los temas y la técnica cambian de acorde al momento que se vivía en cada periodo particularmente. Nuestro amigo Kandinsky y el favorito de Alessandro, el suprematista Kasimir Malevich, estaban presentes.
Yo estaba muy emocionado apuntando títulos de cuadros y nombres de artistas de los cuales no tenía conocimiento alguno de su existencia. Todo esto fue inservible, puesto que mejor adquirí un libro que registra de manera visual todas las piezas que se encuentran en el museo. Esta en ruso, lastima, pero las imágenes hablan por si solas.
Terminamos la jornada como a eso de las 7:00 pm, había sido un día extenuante y estábamos muy cansados. No teníamos planeado salir en la noche debido al cansancio y a la falta de “milpas” pa solventar el gasto, así que nos fuimos a celebrar tan excelente día con unas deliciosas “biggie McTasty´s” .Ya repuestos una vez más, decidimos visitar una vez mas la plaza roja pero de noche, no sin antes pasar por un six de Bálticas 7 de a medio para disfrutar del espectáculo visual que ofrece dicha plaza.
Murder on the Dance Floor
Llegando a la plaza roja como por séptima ocasión ya en el viaje, notamos que había un verdadero desmadre en ella. Con anterioridad habíamos notado caminando por las calles que había mucha publicidad de Nike pintada en las banquetas. Run- Moscow era el evento y al parecer, se había corrido una carrera cuya meta era la plaza roja. Había mucha gente pero lo chistoso fue que había un concierto gratuito de Sophie Ellis Bextor; qué les digo, a cosa de tres metros de distancia de nosotros teníamos a la bella cantante. Abrió con su único éxito “murder on the dance floor” sólo que la gente estaba un tanto apática y cansada después de haber corrido un carrera… Nosotros, piedra. Inmediatamente después de la primera rola nos largamos. Ni quién conozca alguna otra. Camino al hostal se compraron más Bálticas 7 y ya se imaginaran cómo andábamos. Esta vez no salimos, nos quedamos un rato teporocheando afuera del hostal hablando de política mexicana e internacional, pasando por el inevitable tema de la conquista del espacio y la cuestionada llegada a la luna. Una vez mas Alessandro me doto de datos históricos que yo desconocía, como el telegrama “Zimmerman” y datos curiosos sobre la crisis de los misiles. Ya piedras nos fuimos a dormir muy temprano, como a las 11:00 pm. Listo para subir a mi litera correspondiente Alessandro me dijo: - qué pedo vamos al Propaganda…- (muchas risas). Después de un día tan cansado, literalmente caímos como piedras.
Ultimo día
Dejamos la visita a el Kremlin para el final, ya que todo lo demás estaba cerraba los lunes. La verdad está del nabo, no hay mucho que ver, más iglesias y más de lo mismo, nada de pintura. Quizás lo más llamativo o interesante, es la inmensa Campana Quebrada (“la zarina de la Campanas”) situada bajo la Torre del Campanario de Iván el Grande. Si alguien gusta de ver los aburridísimos iconostasios o retablos, sin duda es un gran lugar para conocer.
Dentro del Kremlin
Fue una gran decepción no poder visitar el Museum o Modern art Moscow (MOMMA), la guía decía que abría todos los días, por eso se dejó para el lunes; lo que la guía no decía, era que el museo sólo cierra el último lunes de cada mes. Mala suerte pero bueno la verdad es que ya habíamos visto suficiente. Teniendo mucho tiempo por delante antes de ir a la estación de trenes para regresar a San Peters, decidimos caminar por los barrios que no habíamos caminado. Visitamos la famosa de Calle “Stary Arbat” una especie de “Ramblas” barcelonesa pero en Rusia, una calle para los viajeros con mucha solvencia económica. Ya sin más opciones, solo nos quedo echar la Baltica 7 en esa calle tan fina, riéndonos del costo tan elevado que tiene la misma cerveza dentro de un establecimiento. Disfrutamos de la misma vista y parafernalia que ofrece la calle a sus visitantes emulando a los medicamentos genéricos (lo mismo, pero más barato). Sí son inteligentes, podrán saber qué desayunamos y que cenamos ese último día.
Proletariados del Mundo, únanse!
A las 10:00 pm ya estábamos dentro del tren listos para regresar a nuestra querida San Petersburgo con muchas ganas de llegar al depa de Aless a bañarnos después de tanta carencia higiénica que vivimos el fin de semana. El tren era un poco más moderno pero sin cambios en cuanto a la estatura de las personas…
El viaje no ha terminado, todavía falta mucho por recorrer y visitar, los mantendré al tanto.
Familia: los quiero y los extraño mucho.
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